Evidentemente, todavía está en su mano ganar la Liga(cosa nada fácil, pese a que pueda parecerlo este año) y levantar la eliminatoria ante el Milán, y quien sabe si acabar levantando también la Champions, lo que permitiría a Vilanova y Roura ponerse a la altura de su predecesor en el cargo; pero sin duda, esta es una posibilidad que ahora mismo se antoja difícil. Y esto es así, debido a ciertos "pecadillos" que ha cometido este equipo y su cuerpo técnico como responsables máximos del mismo:
Los pecados Capitales de Vilanova y Roura
La Gula
Desde principio de Temporada tanto Vilanova como Roura no han sido partidarios de hacer muchas rotaciones, acaparando muchos minutos en las piernas de un grupo reducido de jugadores, dejando menos involucrados a otros jugadores, que si fueron o hubieran sido importantes para Guardiola como Villa, Tello, Mascherano, Montoya, Thiago...
La avaricia
Este Barcelona se ha convertido en excesivamente dependiente de un Messi que parece acaparar todo el juego del equipo, cortándole año tras año las alas a todo jugador que intervenga en los espacios de acción del astro argentino( Ibrahimovic, Villa, Bojan...)
La pereza
Sin duda, no puede tener el mismo hambre de títulos un jugador que lo ha ganado todo que otro que empieza su carrera, y a mi entender, hay jugadores que han bajado sus prestaciones, ya sea por una cuestión de físico(Puyol, Xavi, Villa...) o por otras cuestiones(Dani Alves, Alexis...)
La lujuria
Quizás este sea el pecado menos pecado de Vilanova y Roura, que no es otro que apostar por un juego más directo, más vertical, dejándose llevar en ataque por sus instintos más primarios, apostando por marcar muchos goles, sin importar los goles encajados, usando dos laterales muy ofensivos( a diferencia de años anteriores), y llevando a cabo una propuesta muy arriesgada, permitiendo a cualquier rival crear peligro.
La ira
Si por algo se caracterizaba Guardiola era por un tono amable, calmado y respetuoso, exigiendo lo mismo a sus jugadores, llegando a castigar las salidas de tono de algunos de ellos. Este año, tanto Vilanova como Roura o incluso Rosell y varios de los jugadores se han mostrado enérgicos en sus quejas arbitrales, enfrentamientos directos con la prensa, alusiones a rivales directos,etc.
La envidia
El Barcelona actual no tiene a quien envidiar, porque sencillamente no hay ningún equipo en la actualidad que resistiera la comparación. Y sin embargo, siguen viendo sombras en Madrid. Ejemplo de ello es el gesto de Piqué, las declaraciones de Xavi restando importancia a la Copa (véase ¿Copa o chupito? ) o las de Rosell minusvalorando a Cristiano Ronaldo, relegándole al puesto número doce en la lista de los mejores del mundo.
La soberbia
Este es un pecado achacable a cualquier equipo que lleve tantos años de éxitos, sabiéndose superior al resto de equipos y confiando en ganar partidos como un trámite semanal, una rutina. Este equipo ha llegado a un punto en que la actitud en el campo es negativa, la movilidad de los jugadores se ha reducido, los desmarques son a menor velocidad, todos los balones se piden al pie, etc. y eso en el juego posicional del Barcelona, se nota, y vaya si se nota.
Esta semana el Barcelona tiene en su mano retomar la senda que tantos éxitos le ha dado y continuar siendo el equipo de referencia mundial, para ello, tendrá que superar ciertas dificultades, empezando por demoler el muro infranqueable que propondrá Allegri en su visita al Camp Nou, sin concender a los Boateng,El Shaarawy, Muntari, etc. oportunidades de gol como sucedió en Milán.
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